Nueva ala democristiana condensa preferencias. Abierta posible alianza Copei-AD para apoyar a Pablo Pérez.
Yesibeth Rincón
Es un secreto a voces que a lo interno de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) la corriente que se impone es la social demócrata, representada por Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, pero ante la opinión pública sigue liderando las preferencias los precandidatos de la nueva ala de la democracia cristiana, integrada por Primero Justicia y Voluntad Popular.
Henrique Capriles Radonski y Leopoldo López concentran el 60% de la aceptación del electorado, según la última encuesta de Datanálisis de finales de septiembre, el primero con un 40% y el segundo con un 20%, mientras que Pablo Pérez, de UNT, tiene un 16%.
El politólogo Farith Fraija sostiene que en la MUD hay una fuerte presencia del ala socialdemócrata, expresada por los partidos UNT, AD y ABP, mientras que hacia afuera los simpatizantes de la oposición ven con mayor agrado la propuesta demócrata cristiana de Capriles y Leopoldo López.
En el caso de Capriles llegó a ser diputado del antiguo Congreso con la tarjeta de Copei en 1998 y en el 2000 fue fundador de Primero Justicia, mientras que López se inició en la tolda aurinegra en el mismo año de Capriles. Por su parte, Pablo Pérez comenzó su carrera política desde temprana edad en las filas de AD y luego pasó a UNT.
Aunque PJ no es propiamente una organización de corriente social cristiana, nació de una división de Copei en el 2000. Pero, ahora la ideología que muestran Capriles y López se asemeja —explicó Jesús Silva, profesor de ciencia política de la UCV— a la democracia cristiana chilena: “Conservadora y llena de organizaciones de élite, pero que se disfraza de un discurso popular que ha tenido un enorme éxito en ese manejo de ideas populares”.
A juicio de Fraija, actualmente, las encuestas reflejan un bipartidismo “remozado”, con nuevos rostros entre las dos corrientes “que nos lleva al remaque de AD y Copei en la cuarta república”.
Aunque la profesora de ciencia política de la UCV, Margarita López Maya, cree que más que un rechazo o aceptación a las corrientes del pensamiento lo que se está demostrando es que existe más simpatía hacia aquellos dirigentes de rostros frescos y que han mostrado una buena gestión pública.
“Por encima de la ideología, la gente quiere a alguien preparado, que haya tenido gestión, pero sobre todo que le de confianza en que no se volverá al pasado”, señaló.
De acuerdo con el análisis que hace Fraija de los actuales precandidatos a primarias, las corrientes están presentes también en la campaña electoral.
“Ese camina y camina’ de Pablo Pérez se parece mucho a ‘ese hombre sí camina’ de la campaña de Carlos Andrés Pérez. Y en el caso de Capriles había manejado el eslogan del cambio. Si buscamos la campaña de Eduardo Fernández en 1988 el eslogan era muy similar: ‘El Tigre es el cambio’ y ahora ‘con Capriles el cambio sí va”, recordó el politólogo.
Pero el hecho de que Capriles se identifique con la democracia cristiana no quiere decir que vaya a recibir el apoyo de la tolda verde. Al contrario, “Primero Justicia no se quiere vincular con Copei porque están ligados a la cuarta república y Capriles ha sido enfático en que lo que se busca es otra cosa”, agregó López Maya.
Lo que sí parece es que Acción Democrática y Copei le darán su respaldo a Pablo Pérez, al menos así lo cree Fraija. “No creo que López y Capriles aglutinen el apoyo del ala social cristiana. Creo que los partidos tradicionales y conservadores van a terminar respaldando a Pablo Pérez”.
La tolda verde espera el resultado de una encuesta para decidir a quién le sumará sus votos, mientras que AD lo anunciará el próximo 27 de octubre.
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