Gabriela Moreno
¿Se puede o no tener una mejor Venezuela? Preguntó Leopoldo López, dirigente y abanderado de Voluntad Popular para las primarias presidenciales, a las comunidades del oeste de Maracaibo congregadas ayer en Patria Joven. "Claro que se puede", respondió eufórico.
Al hablar deja la inhabilitación política que pesa en su contra a un lado. De su boca sólo brotan propuestas para atacar los problemas sociales y económicos del país. Se considera el hombre con la capacidad para lograr revertir "la trampa de la pobreza".
No quiere esperar más para empezar a labrar el camino de la paz, el bienestar y el progreso. Decidió lanzar su candidatura porque "se tienen todas las posibilidades para salir adelante. Hay recursos y la gente, lo que falta es voluntad". Hizo un compromiso: "Estoy listo para trabajar en la mejor Venezuela". Recorrerá mil kilómetros de la geografía nacional para demostrarlo.
"Quiero cambiar la historia de las madres solteras, de las embarazadas a los 17 años, de quienes no tienen una vivienda propia ni una pensión. No es posible que el pueblo, después de 80 años de historia petrolera, tenga un estancamiento por una mala organización".
López reprochó la falta de inversión en hospitales y escuelas. Condenó que en el Zulia el desempleo arrope al 14 por ciento de la población y al 30 por ciento de los jóvenes.
La pérdida de 250 mil barriles de petróleos al día en la región, como consecuencia de las expropiaciones y accidentes laborales, recalcó que tienen "palo abajo" la producción y advirtió de que "en cinco años no habrá petróleo".
Le resulta "injusto" que el Gobierno "chantajee" a la población para culminar las obras. "Hasta cuándo dirán que si no votan por ellos no recuperan el Puente sobre el Lago o el Metro de Maracaibo".
A su juicio, es "necesario trabajar en equipo". Quiere hacerlo. Lo juró. "Desde Miraflores no quieren trabajar con los alcaldes. Deseo estar de la mano con Pablo Pérez y Eveling Trejo de Rosales. No es posible que cada vez que hay una tragedia vemos cómo hay una fractura entre los gobiernos centrales y regionales".
Ramo de ideas
Un fondo solidario que obligue a invertir en las zonas con condiciones precarias, garantizar seguridad social y la vida a los ciudadanos es la oferta de Leopoldo López, dirigente de la tolda naranja.
"Al que no le dieron cariño y empleo se mete por el camino de la violencia, entra a asaltar y mata, y no pasa nada. Daremos a los jóvenes atención en la mejor Venezuela para que no caminen por la violencia, porque en la mejor Venezuela el que la hace la paga, no habrá impunidad".
Becas a cambio de conciencia no estará permitido en su gestión. Pero "no basta con soñar y visualizar el país que se necesita", se requiere "participación".
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